Ayer mientras estaba en clase de yoga haciendo los ejercicios de respiración, me vino a la mente, que hacía diez años y en otro lugar, me encontraba haciendo los mismos ejercicios, pero por otros motivos. Aquel día y a esa misma hora, me encontraba en el paritorio aguantando las contracciones.
Unas horas después nacería nuestro hijo. Su embarazo se nos hizo largo, poco imaginábamos entonces que el de nuestra hija se prolongaría durante siete largos años.
A día de hoy ambos son nuestra alegría.
En estos diez años nos han sucedido cosas maravillosas, pero también hemos sufrido la furia de varios huracanes. Vendavales que han arrasado con nosotros y con todo lo que había a nuestro alrededor. Viéndonos obligados a comenzar nuestra casa de nuevo desde los cimientos. Hemos ido capeando el temporal como hemos podido.
Ahora que ya voy teniendo cierta edad, cuando pienso en todo lo que he vivido hasta ahora, me doy cuenta de que en mi vida existen otras muchas vidas. Vidas vividas de forma paralela, vidas cruzadas, vidas ausentes, vidas pasadas e incluso vidas imaginadas.
Se que hay personas que nacen en un lugar y su existencia transcurre de una manera tranquila. Indudablemente ese no es mi caso. Ni permanezco en el mismo lugar, ni tengo una existencia tranquila. Más bien todo lo contrario. Pero es mi vida y si fuese monótona y aburrida probablemente pertenecería a otra persona. No sería mía.
Tengo que admitir que hay ocasiones en las que me gustaría que la vida se olvidara un rato de mí. Una tregua de vez en cuando no me vendría mal. Así podría parar a descansar y coger aire de nuevo.
Pero así es mi vida. A veces agobiante y a veces divertida.
Paso más tiempo sobrevolando los cielos, en busca de soluciones a todos los enredos que van apareciendo, que con os pies en el suelo. Enredos que en ocasiones aparecen solos y otras los busco yo. Situaciones que a priori parecen ser un callejón sin salida y que me obligan a saltar, mientras que otras veces, el camino se convierte en una senda sinuosa llena de curvas y me da la impresión de que nunca se acabará. Sin embargo, también hay caminos lisos por los que transitar. Unos y otros aportan color a mi existencia, aunque a veces sean de color negro.
Volar, sobrevolar, caminar incluso a ras de suelo, levantarse y volver a caminar. Todo forma parte de una misma existencia.
¿Y vosotros, voláis, camináis o simplemente os dejáis llevar?
Paula CRuZ Gutiérrez.
5 comentarios:
Querida Paula que alegría leerte¡
Pues mi vida desde hace tiempo viene siendo tranquila aunque para nada monótona.Me dejo fluir y dejo que pase lo que tenga que pasar y eso me da tranquilidad.
Admiro muchas cosas de ti pero sobre todo tu alegría y tu coraje ¡
Eres una guerrera de la luz pues por donde pasas dejas estelas de luz en el camino....
Besossss
Navego.
Navegar, volar, soñar y transportarnos a otros mundos es lo que haces con tu música.
Gracias amiga, tú me enseñaste muchas de las cosas que se.
Me alegro de leerte y de sentirte animada y energetizada.
Da un abraxo guerte de vumple aunque con retraso a ese trio tan maravilloso que vive contigo y para ti abrazoteee de alma quwrida Pauls
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