Hasta ahora no os he hablado de Maite, o Maitane, como era en un principio su nombre.
Pues esta carta se la
dirijo a ella, y dedico a todas aquellas personas que son diferentes, pero
porque no han tenido más remedio que ser así para sobrevivir.
Mismamente también
podría dedicársela a su madre. Persona diferente donde la hubiera y que desde
el principio me encandiló. Como nuestra hija, que desde un principio nos hizo
estar alerta por lo especial que era, ha sido, sigue siendo y esperemos que no deje
de ser.
Notaréis que al
escribir no sé muy bien distinguir si se lo digo a una o a otra. Son tan
iguales.
A Paula le gustaba
ser muy amiga de sus amigos y supo siempre escabullirse de los ambientes más
ásperos, pero es que en los últimos tiempos se dedicó a ponerle una pizca de mostaza
dulce, como ella sólo sabía hacerlo y a mí me sigue costando aprender, a las
situaciones más complicadas.
Y así mismo Maite,
que no tiene un pelo de tonta, y que no se deja apabullar por aquellos que no
la respetan. Tiene bastantes cosas claras, y otras que hay que ayudarle a
aclararse con ella misma. Últimamente le apetece llevar el pelo corto, y cuenta
con mi apoyo, y la comprensión de muchos de los que pasamos tiempo con ella. Y
está guapa y feliz, pero no sólo por el pelo, sino por sentirse querida, amada,
protegida y cuidada; en definitiva respetada y creciendo feliz, vamos lo que
todos quisiéramos haber tenido en nuestra vida.
Y también sabe
diferenciar cuando alguien le dice algo con cariño y humor, y cuando hay veces
que las palabras se vuelven dardos, que quieren minar su línea de flotación. Su
mente se revela y saltan todos los resortes, y aquello que habíamos conseguido
se vuelve oscuro y trepidante… Por eso hemos de procurar de cuidarnos. Y si
necesitamos expresarle a la niña cómo queremos que sea, hemos de hacerlo de la
forma más delicada posible.
Y siempre recalcando
lo que nosotros quisiéramos, pero que ella es la que va a decidir cómo hacer y
cómo vivir, incluso su forma de vestir o de llevar el pelo. Algo así como era
Paula, un rabillo de lagartija que seguía moviéndose aun cuando se ha visto
separada del cuerpo del reptil.
Las personas de esta
guisa son personas muy inteligentes, que saben captar las vibraciones de las
personas que le rodean, incluso antes que ellas mismas; y que saben refugiarse
en su caparazón cuando ven que pueden ser atacadas. Lo mejor y lo peor de una
persona así se vuelve lo peor y lo mejor para los que vivimos cerca de ellas.
Son diamantes en
bruto, que se irán desgastando y puliendo sacando a relucir los más bellos
bordes que corten hasta los minerales más duros. Son fuertes y siguen siéndolo
a pesar de perder algunas escamas en la lucha. Pero no por eso dejan de pelear
por ser ellas mismas.
Nos gusta sentirnos
cuidados contigo, pues eres toda atención cuando ves que alguien necesita
ayuda. Eres pura y delicada flor de primavera, fuerte ante las adversidades y
anticipo de lo que está por venir. Tienes agalla y mucho callo. Y eso no te va
a faltar, puesto que así eres, así te ha forjado la vida y así te vas
edificando sobre fuertes cimientos que ya se ha encargado la vida de marcar
bien en tu piel. Eres puro ejemplo de superación, y siempre que te lo tengamos
que recordar no dudes que para eso estamos y seguimos estando a tu lado. Tú
eres fuerte y vas a serlo aún más, porque ganas no te faltan y porque no le
tienes miedo a nada.
Aún recuerdo los
primeros días de estar con nosotros, a los primeros cursos de natación que te
acompañé, que nos dejabas a todos, monitores incluidos, boquiabiertos ante las
ganas de saltar a la piscina, y lo que te gusta mantenerte bajo el agua. Y no
dejabas que te pusiéramos manguitos, hasta que llegó el primer susto de verte
que no llegabas al borde cuando te faltaba el aire. Pero ese momento sólo sabes
tú lo que cuesta y por eso te animo a no olvidarlo, podemos no temer nada, y
menos dentro del agua, pero siempre cabe la precaución pronta de la madurez que
va dando la vida misma. Sigue buceando y enseñándonos que no hay obstáculo que
no se pueda salvar, con ayuda y tesón, que nunca te han de faltar.
@julianreligion