Cada uno expresamos nuestras ideas según nuestras necesidades vitales y nuestras experiencias vividas. En eso, todos somos diferentes, no hay dos personas que se enfrenten de la misma forma a una misma situación.
Yo hablo desde mi punto de vista como enferma de cáncer, pero creo que este pensamiento es aplicable a cualquier situación. Y aunque nos parezca terrible lo que nos ocurre, la vida suele colocar frente a nosotros otras situaciones que pueden superan la nuestra. No estoy muy de acuerdo con el dicho de que la vida o Dios, te traen aquello que puedes superar. Por eso no entiendo que en ocasiones esa misma vida, traiga demasiadas cosas a una persona o se cebe con otras.
El viernes pasado por fin conseguí ir de nuevo a la consulta de oncología, después de la operación y de la posterior infección que retrasó mi recuperación y todos los planes previstos.
Como siempre, después de hacerme la analítica y de ver al doctor, subí a la planta de arriba para recibir el ciclo de lo que yo llamo quimio de mantenimiento. Al rato de comenzar, llegó una persona acompañando a lo que parecía un matrimonio de unos sesenta años aproximádamente ambos invidentes. A ellos, se les sumaba una joven de unos treinta y tantos años, síndrome de dawn y para más inri, con cáncer.
Acudí tres veces al baño, siempre acompañada por la bomba que me suministraba la medicación. La primera vez, puede ver algunos cabellos en el suelo. La tercera, el número de cabello era alarmante. Pronto advertí que la chica nueva era su propietaria. Hoy se acostaría con parte de su melena, pero mañana lo más probable es que se levantase sin ella.
Cuando uno termina su última carrera, no puede hacer otra cosa que sentir conmiseracion por aquellos otros que comienzan la suya. Ya sabemos lo que les espera.
Fuerza para todos.
Paula CRuZ Gutiérrez
Yo hablo desde mi punto de vista como enferma de cáncer, pero creo que este pensamiento es aplicable a cualquier situación. Y aunque nos parezca terrible lo que nos ocurre, la vida suele colocar frente a nosotros otras situaciones que pueden superan la nuestra. No estoy muy de acuerdo con el dicho de que la vida o Dios, te traen aquello que puedes superar. Por eso no entiendo que en ocasiones esa misma vida, traiga demasiadas cosas a una persona o se cebe con otras.
El viernes pasado por fin conseguí ir de nuevo a la consulta de oncología, después de la operación y de la posterior infección que retrasó mi recuperación y todos los planes previstos.
Como siempre, después de hacerme la analítica y de ver al doctor, subí a la planta de arriba para recibir el ciclo de lo que yo llamo quimio de mantenimiento. Al rato de comenzar, llegó una persona acompañando a lo que parecía un matrimonio de unos sesenta años aproximádamente ambos invidentes. A ellos, se les sumaba una joven de unos treinta y tantos años, síndrome de dawn y para más inri, con cáncer.
Acudí tres veces al baño, siempre acompañada por la bomba que me suministraba la medicación. La primera vez, puede ver algunos cabellos en el suelo. La tercera, el número de cabello era alarmante. Pronto advertí que la chica nueva era su propietaria. Hoy se acostaría con parte de su melena, pero mañana lo más probable es que se levantase sin ella.
Cuando uno termina su última carrera, no puede hacer otra cosa que sentir conmiseracion por aquellos otros que comienzan la suya. Ya sabemos lo que les espera.
Fuerza para todos.
Paula CRuZ Gutiérrez
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