Sin duda alguna estamos viviendo un momento histórico, vivimos una situación anómala que implica hacer cosas poco habituales.
Sobrevolamos una época llena de incertidumbre, haciendo frente a un enemigo invisible, sin saber si seremos sus víctimas o no.
Y por primera vez en mucho tiempo, me parece jugar con ventaja frente al respecto de los mortales. Y es que los enfermos de cáncer o crónicos en general, ya hemos hecho los deberes con anterioridad.
Estamos habituados a pasar largos períodos de tiempo sin salir de casa. Ya hemos aceptado que no podemos ir a trabajar, salir a comprar o ir a tomarnos un café. Nos hemos acostumbrado a no poder relacionarnos como nos gustaría con nuestra familia y amigos.
Sabemos lo que es confiar en nosotros y en los demás y, nos hemos visto en la necesidad, de conocer la importancia de controlar nuestra ansiedad, nuestros temores y miedos. De no dejarnos arrastrar por una corriente colectiva que nos arrastra al pesimismo y a la negatividad.
La situación actual no es nueva para muchos de nosotros, lo que no implica que sea agradable.
Como la paciencia es gratuita que cada uno se aprovisione de la que considere oportunas.
Como la paciencia es gratuita que cada uno se aprovisione de la que considere oportunas.
Paula CRUz Gutiérrez.
1 comentario:
Difiero, la paciencia es una actitud que requiere entrenamiento y tiempo, esto último es lo más valioso de la vida, así que de gratis nada...
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