A veces creemos erróneamente que nosotros "podemos con todo". Pero aunque tengamos la predisposición adecuada, es muy difícil conseguirlo.
Pero si nos apoyamos en alguien, o incluso en varias personas a la vez, el camino suele ser más llevadero.
En estos días la vida de varios amigos y familiares se ha convertido en una especie de tarta en la que cada una de las porciones es un problema a cual más importante. Porciones bañadas por el virus y adornadas por las guindas del confinamiento.
Estos días en los que no podemos visitarnos y hemos de relacionarnos sólo mediante el teléfono, las cosas se complican y en algunos casos incrementan la incertidumbre.
Todos estamos viviendo una situación hasta ahora desconocida y difícil de gestionar. Es ahora, cuando nos vemos obligados a utilizar todos nuestros recursos psicológicos para no sucumbir. Y si creemos no tenerlos, buscar a alguien que nos rescate. Estos días hay psicólogos que prestan ayudar de forma desinteresada.
Es importante darse el permiso de estar triste, enfadado, desanimado, cada uno debe gestionar sus tiempos y sus dueños, sin permitir eso sí, que se enquisten y nos impidan avanzar.
Os envió todo mi ánimo.
Paula CRuZ Gutiérrez.
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