Hoy por fin ha salido el sol.
Llevo unos días queriendo escribir, pero el jueves pasado
tuve sesión de quimio y desde entonces mi mente está adormilada. Casi incapaz
de hilar dos pensamientos.
Esta vez antes del tratamiento me hicieron una analítica
completa para ver cómo voy evolucionando. En cuanto la vio el doctor me
felicitó porque había recuperado gran parte de los niveles que antes tenía más
bajos. Quedaron por saber los marcadores tumorales porque tardan varios días en
ser analizados.
Pues bien, hoy he hablado con el doctor y me ha dicho que
están en niveles normales, lo que significa que la medicación funciona y que
estoy mucho más cerca de llegar a la meta.
No sé cómo se habrán sentido otros enfermos al escuchar la
noticia, pero yo me he sentido rara, como el día en el que me dijeron que tenía
cáncer. Como desorientada, porque no en vano, llevo casi 10 meses enferma. Sé
que aún me queda mucho camino por recorrer, pero al menos, veo que todo el
trabajo que estoy realizando para sanarme está dando sus frutos. Por supuesto, que
estoy contenta, pero es una situación rara, formada por sentimientos
contradictorios que impiden disfrutar completamente de la victoria.
Han sido unos meses de catarsis personal, de búsqueda de mi
yo interno, de experimentar, de aprender, de intentar dilucidar qué quiero ser
y hacer a partir de ahora. Aunque he de reconocer que no he llegado a grandes
conclusiones, salvo que esta etapa no la considero como como una etapa de mala
suerte, más bien todo lo contrario. He descubierto que uno puede padecer una enfermedad
grave y ser feliz.
Estoy aprendiendo a mirar las cosas de otro modo, más pausado
e interno. Dejando que el tiempo actúe y deje cada cosa en su lugar. Pero al
mismo tiempo, sin parar de mirar y buscar aquello que realmente quiero.
Hoy por fin parece que ha llegado la primavera y con ella se
desplega todo un mundo de posibilidades, de cosas por hacer y de aventuras por
vivir. Aunque sigan siendo en compañía de revisiones y de pastillitas de
colores. Seguiremos a delante, con nuestros médicos, con los enfermeros, con
las familias, con los amigos, y con todas aquellas personas que nos quieren y animan.
¡Feliz primavera y que el sol nos ilumine a todos!
¡Feliz primavera y que el sol nos ilumine a todos!
Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así.
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