jueves, 13 de abril de 2017

Una tesis doctoral.


Medio en broma, medio en serio os cuento mis reflexiones.


                       


Si alguno de vosotros necesita un tema especial para realizar su tesis doctoral, me ofrezco voluntaria. Cada día estoy más convencida de que soy “un rara avis” digno de estudio y que algún científico debería plantearse esa posibilidad.

Es cierto que estoy pasando por un proceso difícil.

Que he estado entre la vida y la muerte, pero ya ha pasado y ahora afronto el futuro con ilusión.

A veces, la vida nos muestra hechos aparentemente incongruentes.

Te pone en el filo de la navaja con la enfermedad, pero al mismo tiempo ésta te enseña a ser feliz. En mi caso, mucho más feliz de lo que he sido en años.

Soy consciente de que muchas personas no piensan lo mismo y se sienten desdichadas y atrapadas en un círculo del que no pueden salir.

No es fácil conseguir tener ánimo y ser optimista, pero creo sinceramente que vale la pena intentarlo y trabajar para conseguirlo. Ante la alternativa de ser feliz o desdichado, me quedo con la primera.

Yo he decidido apreciar todo lo bueno que la enfermedad ha traído consigo. 

Y así, en éstos meses la vida me ha hecho muchos regalos: he conocido gente maravillosa y también me ha traído de vuelta a otras personas queridas a los que perdí la pista hace tiempo, por distintas circunstancias.

Sin darme cuenta sembré amor en muchas personas y ahora me viene de vuelta.

Bienvenida sea la enfermedad que me ha tocado y todo lo que ha traído consigo.

Tengo cáncer y soy feliz ¿y qué?.


Atrévete a serlo tú también.



                                                                       Paula Cruz Gutiérrez.

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