Entonces pienso que tal vez los seres queridos que se van moran allí. Porque ellos ascienden y a nosotros nos dejan aquí abajo congelados por su pérdida.
Hoy la serenidad junto con la aceptación han vuelto.
Querido amig@, gracias por compartir conmigo tantos años, risas, abrazos y llantos. Aunque me hubiera gustado pasar más tiempo a tu lado, estoy feliz por el tiempo que hemos compartido, estar junto a tí siempre fue fructífero.
Te envío toda la luz y el amor que soy capaz de recoger, a los que acompaña mi mayor deseo de que continúes tu camino feliz. Que tu alma siga evolucionado.
No tengas miedo, porque las buenas personas no han de tenerlo, y tú sin duda, lo has sido.
Prometo recordarte con una enorme sonrisa, aquella que siempre afloraba cuando estábamos juntos, entre problemas y bromas, entre confidencias y besos.
Dicen que la muerte solo arrebata la vida, porque el amor nada ni nadie nos lo puede quitar.
Paula Cruz Gutiérrez.
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