En medio del atasco de la M-30, recién salida de la sesión de siete horas y media de quimio, me encuentro que no sé si vivo o si muero. Decido relajarme para controlar las náuseas que siento.
Cierro los ojos y respiro, llevo toda mi atención a mi corazón y comienzo.

Tomo otro globo azul y lo lleno con todos los malos sabores que me produce la quimio. Con todo mi amor lo mando al cielo.
En otro globo meto todos los dolores de las articulaciones y de mi cuerpo. Lo envío con un beso al firmamento.
Esta vez, inflo un globo de color verde el color de la sanación. Ahí meto toda la radiación junto con todos los desechos que la quimio produce. Muy despacio lo suelto y lo envío arriba, muy arriba a buscar y acompañar a los que ascendieron primero.

Poco a poco vuelvo a la realidad y sigo el viaje de vuelta a casa, esperando que mis visualizaciones surtan efecto.
Todos podemos imaginarnos aquello que deseamos conseguir.
Un beso.
Paula Cruz Gutiérrez.
Un beso.
Paula Cruz Gutiérrez.
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