miércoles, 29 de diciembre de 2021

cArTa DeSdE eL pOrTaL

En estas fechas te dicen que te tienes que animar, que seguro que son muy difíciles... porque son las primeras navidades sin alguien que era Luz y Paz. 


Te dicen, y se ponen con cara mustia, puesto que se imaginan cómo lo estás viviendo; cómo los niños pueden sentirse, y en eso tienen razón, nos sentimos con un gran hueco en nuestra mesa, en nuestras celebraciones, y en nuestros corazones; porque somos de carne y hueso y todavía "es muy reciente"... como si el tiempo fuera una pomada que cura la cicatriz que nos ha rasgado el corazón. 

Como dice mi maestro, el tiempo no lo cura todo, sino más bien cómo vivamos ese tiempo; cómo decidamos ponernos en el camino, si queremos sentarnos al borde del camino a verlas pasar, o si queremos hacer caso a los que creen que se preocupan por nosotros y que lo saben todo de cómo lo estamos pasando, o bien si decidimos ponernos al lado de “alguien que sabe de qué va esto” y nos dejamos acompañar pasando de demagogias y arremangándonos la camisa puesto el trabajo es duro, pero es sólo trabajo.

Puedo decir que lo que me dicen es cierto, pero me he dado cuenta que Paula no ha dejado de ser esa Luz y es Paz en nuestras vidas, a pesar de que las nubes o las lágrimas a veces no me dejan ver, sé que ella está con nosotros, está bien y nos sigue bien de cerca. Seguro que no soy yo sólo es que lo está notando. Paula era una gran luz que no ha acabado de hacer su función de iluminar muchos caminos.

Pues en mi caminar me han unido a un grupo de gente que estamos en una misma situación y que me hacen pensar (aunque esto también cueste alguna que otra lágrima, pero que estoy muy contento de compartir con quien tiene el corazón rasgado como el nuestro). Es lo que necesito, personas mas o menos cercanas, que aporten paz, luz y comprensión; y el resto, por favor que ni lo intente, que se aleje, o bien lo tendré que hacer yo, mientras no esté lo suficientemente fuerte o tranquilo.

Pues en la última sesión fue para mí un ponerme en grupo delante del portal de Belén a la espera de un nacimiento y ahí mismo contesté unas preguntas al aire que tenía y que aquí comparto con todo aquel que quiera seguir leyendo: 

¿QUÉ HAGO YO AQUÍ? 

Aquí estoy sentado a mis anchas, bien podrías decir que es así como quería estar; pero te puedo asegurar que no te deseo estar en mi puesto, en habiéndote quedado sola. Estoy avanzando, buscando un poco de paz, un futuro y un sendero por donde caminar, entre baches y charcos; con errores y voces, eso que menos te gustaban. Con nervios y a veces más tranquilo, porque sé que estás bien. Que no era lo que ninguno de los dos queríamos, pero que ha sido y ya no podemos hacer nada, o mejor yo sí quiero hacer, y sé que tú me estás guiando desde donde te encuentres... 


¿DÓNDE ESTÁ LA PAZ? 

La Paz está donde estoy, ahora mismo hay paz compartiendo lo que cada uno lleva dentro. Hay paz cuando se me escapa una lágrima abrazado a mis hijos. Paz es ver cómo van madurando a base de golpes que nos da la vida. Paz está donde estas tú, donde yo estoy, no está alrededor, está en mi interior y quiero ir quitando capas de mí, como sacarlas de una cebolla, que me haga llorar para encontrarme contigo, MI PAZ. Esa paz que me hace sonreír ante la oportunidad que nos sigue dando la vida de seguir avanzando. Mi paz está en seguir haciendo el camino que juntos comenzamos hace ya unos quince años, o quizás eran más, somos los dos igual de despistados, desorganizados, pero ahí está nuestro orden. 

LA PAZ ERES TÚ, SOY YO Y ESTÁ DONDE YO ESTOY. 


¿PORQUÉ? 

Desde hace muchos años nos hemos visto enfrentados a situaciones incomprensibles, que en el momento mismo que sucedieron no podíamos ver el porqué, y es que hay respuestas que se ocultan para mostrarse cuando podamos comprenderlo. Por eso quizás aprendimos desde bien pronto a no entrar en ningún bucle de respuestas sin final. ¿Todo tiene una respuesta?, no lo sé, seguro que sí, pero no creo que sea necesario que todo lo sepamos ahora; todo se desvelará cuando seamos capaces de entenderlo. Y por muchas respuestas que queramos ponerle, siempre hay algo más escondido, algo más sin sentido, o con él, pero todo a su tiempo. Abiertos a descubrir el verdadero significado de nuestra vida. No puede estar muy lejos de ser plenos, plenamente felices, o intentarlo. Por mucho que a algunos les moleste, y qué más da lo que otros digan o piensen; ¿no es mucho más importante lo que nosotros pensamos o queremos? Yo me quiero, y tú me enseñaste a quererme, y así aprendimos a querernos, respetándonos, apoyándonos; y así quiero enseñar a tus hijos a quererse... 


¿CÓMO SERÁ EL FUTURO? 

El futuro será cómo vayamos caminando en el ahora, será lo que ahora vamos construyendo sobre los cimientos que juntos trabajamos. No sé cómo será, pero sí sé que quiero seguir soñando en nuevos proyectos... Abierto a no dejar que las lágrimas, el miedo, la inacción dejen pasar cualquier otro tren que me pase por delante. El futuro formarás parte de él como esa ESTRELLA QUE MÁS BRILLA, que no estás tan lejos, pues tu luz me ilumina. 


¿POR QUÉ ME HAS DEJADO? 

La enfermedad es imparable, y esto no era lo que ninguno de los dos queríamos, pero sabíamos que podía llegar. Te echamos mucho de menos, y nos haces falta. Tu ya te fuiste una vez, hace cinco años cuando me dijeron que tus órganos colapsaron; hiciste lo que tenías pendiente por ahí arriba y volviste a seguir tu trabajo por aquí abajo, siempre recordaré tu amabilidad, tu sonrisa con cualquiera que se cruzaba en tu camino, el regalo de tu mirada llena de luz amabilidad y PAZ. Te has marchado y nos has dejado un buen testigo, a seguir con ese agradecimiento que te caracterizaba, ya sabes que a mí me cuesta, pero estoy aprendiendo, recordando cómo tu lo hacías para ver todo lo bueno incluso de los menos bueno. Todavía necesitaba que siguieras enseñándonos, diciéndote todo lo que te quería, ese baile en la habitación del hospital, todo lo que tú eras. Pero eso se acabó y estoy perdido a veces buscándote en el rincón de casa donde era tu reposo cada vez que entro en la habitación, o espero que te acerques al parque cuando estoy con Coco dando un paseo, o que vengas a ver un partido de Alex, o que veas a Maite en Judo. Te espero, aunque sé que no vas a llegar, pero sigo esperando...  

Pero no quiero terminar así, a lágrima viva, quiero que sepáis que ahora procuro tener siempre que estoy en casa una vela encendida, puesto que esa luz ese calor, son lo que me ayuda a ver que sigues ahí conmigo 

AVANZO de El Chojín.