viernes, 25 de octubre de 2019

PRoXiMa PaRaDa.




A raíz de los resultados obtenidos en las últimas pruebas, mi tren tiene una nueva parada, lo que los médicos llaman Rescate Quirúrgico. Que no es otra cosa, que volver a pasar por el quirófano.

La metástasis ha desaparecido y de los diferentes tumores que había de distintos tamaños, que afectaban a varios órganos, tan sólo quedan dos pequeñas manchas que hay que eliminar. Como los ciclos de quimioterapia han sido fuertes y yo estoy bastante debilucha, la mejor opción para eliminarlos es la vía quirúrgica. Y de paso si se puede, arreglarme la gran hernia que me produjeron las intervenciones anteriores. 

Mentiría si dijera que me apetece volver a ponerme en manos de los cirujanos, máxime, después de la hecatombe anterior. Pero entiendo que es un paso que he de afrontar. Aunque físicamente no me encuentre en el mejor momento. Así pues, el próximo lunes 28 de octubre, tengo parada y fonda con pensión completa de nuevo en el quirófano y después en la UCI. 

Por mi propio bien y el de las personas que me rodean, intento tomármelo con humor. Cuando la cirujano me explicó que había que hacerlo lo antes posible, entraron en acción mis dotes brujiles, y supe que sería el 28. Ese día era el cumpleaños de mi padre. Así pues, cuando me llamó para informarme de la fecha elegida, no puede hacer otra cosa que sonreír.

Voy a preparar la maleta, echaré unos camisones, la bolsa de aseso y mi mejor versión, a ver si esta vez, todo sale según lo establecido.

Esta melodía me llena de energía y como dice su letra, todo saldrá bien y tarde o temprano, yo conseguiré mi sueño de vivir junto a la montaña.

Continuará...


                                                                       Paula CRuZ Gutiérrez.







viernes, 18 de octubre de 2019

SoRPReSaS Te Da La ViDa.






Ayer al despertar pensé que seria otro día como el anterior, que me dolería todo el cuerpo debido a un catarro que nadie sabe de dónde a venido, y que se debe a que mis defensas están muy bajas y cazan al vuelo todo aquello que no deben cazar.

Como otros muchos días, tenía cita en el hospital a si que allí me fui. Al ir buscando mi consulta por el pasillo, vi de reojo una figura vestida de negro, con la cabeza gacha, mirando ensimismado su ordenador. Dí un paso hacia delante para continuar mi camino, pero entonces me percaté de que el perfil y el flequillo de aquel sacerdote, me era muy conocido. Inmediatamente sonreí y pensé que no podía ser él. Retrocedí un paso y de broma le dije, --Buenos días padre, ¿cómo está usted? El cura en cuestión, se volvió hacia mí y con una amplia sonrisa me dio dos enormes besos.


El día que había amanecido anodino, se convirtió de éste modo en un día especial, lleno de luz y de color, al aparecer de manera improvisada uno de mis más antiguos amigos. Veinticinco años después sigue conservando un sentido del humor voraz, que no deja títere con cabeza, incluyendo a él mismo. Nunca he conocido a nadie que se ría tanto de su propia persona.

Pasamos la mañana juntos, entre broma y broma esperando que nos llamaran para pasar a nuestras respectivas consultas. Una vez terminadas nuestras tareas hospitalarias, nos fuimos agarrados del  brazo a tomar un café. Nos reímos muchísimo contándonos nuestras múltiples dolencias, me enseñó algunos de sus últimos dibujos y nos intercambiamos una receta de lentejas. Es imposible estar con él y permanecer serio o negativo, y a pesar de ocupar un alto cargo dentro de la Iglesia, sigue siendo tan sencillo y cercano como cuando nos conocimos comenzando los estudios.

Le conté que próximamente volverán a operarme, y me dijo me iban que me iban a dejar "divina de la muerte", mucho más de lo que la estaba.

Por eso, nunca deis por sentado, que el día de hoy no puede sorprenderos, porque probablemente os equivoquéis.

Felices y numerosas equivocaciones.


                                                                          Paula Cruz Gutiérrez.


lunes, 14 de octubre de 2019

La LeVeDaD DeL SeR.



Contemplo las estrellas que iluminan el cielo por encima de la copa del ciprés. Mientras me balanceo suavemente en la hamaca a mi mente le da por divagar, sobre la vida, la no existencia, la existencia de muchas vidas en una sola, o la inexistencia de la vida en sí misma.

Cada uno nos labramos nuestro propio camino con nuestras acciones o con la falta de ellas. Todas las decisiones que tomamos hoy, afectan inexorablemente a nuestro presente y a nuestro futuro. Aunque en la mayoría de las ocasiones no seamos conscientes de ello.

Vivir implica decidir, pero nadie está exento de equivocarse. Todo el mundo va cometido errores, unos más grandes y otros más pequeños, porque la vida en sí misma es una larga lista de pruebas y de errores. 

El siseo de las alas de una paloma al sobrevolar el patio, me remite al día de ayer en el parque. Conseguí llegar dando un paseo tras descansar a mitad de camino y al llegar sólo pude sentarme en un banco para ver jugar a mis hijos. En el banco de al lado, dos chicas jóvenes parloteaban, fue entonces cuando escuché a una de ellas decirle a la otra, que se echó a llorar cuando se probó un pantalón en la tienda y vio que no le servía. Esto me hace desear que ojalá todos mis problemas se resumieran en tener unos kilos demás (que también los tengo). 

Concluyo el rato de descanso pensando que la levedad del ser y sus problemas nos afectan de manera desigual a cada ser humano. 


                                                                       Paula CRuZ Gutiérrez.