miércoles, 29 de diciembre de 2021

cArTa DeSdE eL pOrTaL

En estas fechas te dicen que te tienes que animar, que seguro que son muy difíciles... porque son las primeras navidades sin alguien que era Luz y Paz. 


Te dicen, y se ponen con cara mustia, puesto que se imaginan cómo lo estás viviendo; cómo los niños pueden sentirse, y en eso tienen razón, nos sentimos con un gran hueco en nuestra mesa, en nuestras celebraciones, y en nuestros corazones; porque somos de carne y hueso y todavía "es muy reciente"... como si el tiempo fuera una pomada que cura la cicatriz que nos ha rasgado el corazón. 

Como dice mi maestro, el tiempo no lo cura todo, sino más bien cómo vivamos ese tiempo; cómo decidamos ponernos en el camino, si queremos sentarnos al borde del camino a verlas pasar, o si queremos hacer caso a los que creen que se preocupan por nosotros y que lo saben todo de cómo lo estamos pasando, o bien si decidimos ponernos al lado de “alguien que sabe de qué va esto” y nos dejamos acompañar pasando de demagogias y arremangándonos la camisa puesto el trabajo es duro, pero es sólo trabajo.

Puedo decir que lo que me dicen es cierto, pero me he dado cuenta que Paula no ha dejado de ser esa Luz y es Paz en nuestras vidas, a pesar de que las nubes o las lágrimas a veces no me dejan ver, sé que ella está con nosotros, está bien y nos sigue bien de cerca. Seguro que no soy yo sólo es que lo está notando. Paula era una gran luz que no ha acabado de hacer su función de iluminar muchos caminos.

Pues en mi caminar me han unido a un grupo de gente que estamos en una misma situación y que me hacen pensar (aunque esto también cueste alguna que otra lágrima, pero que estoy muy contento de compartir con quien tiene el corazón rasgado como el nuestro). Es lo que necesito, personas mas o menos cercanas, que aporten paz, luz y comprensión; y el resto, por favor que ni lo intente, que se aleje, o bien lo tendré que hacer yo, mientras no esté lo suficientemente fuerte o tranquilo.

Pues en la última sesión fue para mí un ponerme en grupo delante del portal de Belén a la espera de un nacimiento y ahí mismo contesté unas preguntas al aire que tenía y que aquí comparto con todo aquel que quiera seguir leyendo: 

¿QUÉ HAGO YO AQUÍ? 

Aquí estoy sentado a mis anchas, bien podrías decir que es así como quería estar; pero te puedo asegurar que no te deseo estar en mi puesto, en habiéndote quedado sola. Estoy avanzando, buscando un poco de paz, un futuro y un sendero por donde caminar, entre baches y charcos; con errores y voces, eso que menos te gustaban. Con nervios y a veces más tranquilo, porque sé que estás bien. Que no era lo que ninguno de los dos queríamos, pero que ha sido y ya no podemos hacer nada, o mejor yo sí quiero hacer, y sé que tú me estás guiando desde donde te encuentres... 


¿DÓNDE ESTÁ LA PAZ? 

La Paz está donde estoy, ahora mismo hay paz compartiendo lo que cada uno lleva dentro. Hay paz cuando se me escapa una lágrima abrazado a mis hijos. Paz es ver cómo van madurando a base de golpes que nos da la vida. Paz está donde estas tú, donde yo estoy, no está alrededor, está en mi interior y quiero ir quitando capas de mí, como sacarlas de una cebolla, que me haga llorar para encontrarme contigo, MI PAZ. Esa paz que me hace sonreír ante la oportunidad que nos sigue dando la vida de seguir avanzando. Mi paz está en seguir haciendo el camino que juntos comenzamos hace ya unos quince años, o quizás eran más, somos los dos igual de despistados, desorganizados, pero ahí está nuestro orden. 

LA PAZ ERES TÚ, SOY YO Y ESTÁ DONDE YO ESTOY. 


¿PORQUÉ? 

Desde hace muchos años nos hemos visto enfrentados a situaciones incomprensibles, que en el momento mismo que sucedieron no podíamos ver el porqué, y es que hay respuestas que se ocultan para mostrarse cuando podamos comprenderlo. Por eso quizás aprendimos desde bien pronto a no entrar en ningún bucle de respuestas sin final. ¿Todo tiene una respuesta?, no lo sé, seguro que sí, pero no creo que sea necesario que todo lo sepamos ahora; todo se desvelará cuando seamos capaces de entenderlo. Y por muchas respuestas que queramos ponerle, siempre hay algo más escondido, algo más sin sentido, o con él, pero todo a su tiempo. Abiertos a descubrir el verdadero significado de nuestra vida. No puede estar muy lejos de ser plenos, plenamente felices, o intentarlo. Por mucho que a algunos les moleste, y qué más da lo que otros digan o piensen; ¿no es mucho más importante lo que nosotros pensamos o queremos? Yo me quiero, y tú me enseñaste a quererme, y así aprendimos a querernos, respetándonos, apoyándonos; y así quiero enseñar a tus hijos a quererse... 


¿CÓMO SERÁ EL FUTURO? 

El futuro será cómo vayamos caminando en el ahora, será lo que ahora vamos construyendo sobre los cimientos que juntos trabajamos. No sé cómo será, pero sí sé que quiero seguir soñando en nuevos proyectos... Abierto a no dejar que las lágrimas, el miedo, la inacción dejen pasar cualquier otro tren que me pase por delante. El futuro formarás parte de él como esa ESTRELLA QUE MÁS BRILLA, que no estás tan lejos, pues tu luz me ilumina. 


¿POR QUÉ ME HAS DEJADO? 

La enfermedad es imparable, y esto no era lo que ninguno de los dos queríamos, pero sabíamos que podía llegar. Te echamos mucho de menos, y nos haces falta. Tu ya te fuiste una vez, hace cinco años cuando me dijeron que tus órganos colapsaron; hiciste lo que tenías pendiente por ahí arriba y volviste a seguir tu trabajo por aquí abajo, siempre recordaré tu amabilidad, tu sonrisa con cualquiera que se cruzaba en tu camino, el regalo de tu mirada llena de luz amabilidad y PAZ. Te has marchado y nos has dejado un buen testigo, a seguir con ese agradecimiento que te caracterizaba, ya sabes que a mí me cuesta, pero estoy aprendiendo, recordando cómo tu lo hacías para ver todo lo bueno incluso de los menos bueno. Todavía necesitaba que siguieras enseñándonos, diciéndote todo lo que te quería, ese baile en la habitación del hospital, todo lo que tú eras. Pero eso se acabó y estoy perdido a veces buscándote en el rincón de casa donde era tu reposo cada vez que entro en la habitación, o espero que te acerques al parque cuando estoy con Coco dando un paseo, o que vengas a ver un partido de Alex, o que veas a Maite en Judo. Te espero, aunque sé que no vas a llegar, pero sigo esperando...  

Pero no quiero terminar así, a lágrima viva, quiero que sepáis que ahora procuro tener siempre que estoy en casa una vela encendida, puesto que esa luz ese calor, son lo que me ayuda a ver que sigues ahí conmigo 

AVANZO de El Chojín.

  


jueves, 2 de septiembre de 2021

aHoRa ToCa DeScAnSaR


Aquí sólo hay una forma de querer y es con todo el corazón.

Con un corazón lleno de alegría por los buenos momentos vividos juntos. Y rodearse de personas que te quieren es la mejor terapia para superar cualquier situación, máxime cuando esta se complica.

Sus hijos, su familia y sus amigos, han sido los que ha siempre han insuflado alegría en el corazón de Paula.

Pero es que ni aún así ha dejado de ir sembrando semillas de amistad en el corazón de aquellas personas que nos ha tocado conocer estos últimos días en el hospital. Todos querían acercarse a ella, para llevarse una sonrisa, aquella que siempre tenía en los labios y en la mirada. Desde el doctor mas sieso, hasta la enfermera mas seria, han podido llevarse un trocito de cielo, cuando se acercaban a su cama.

 Hoy me toca dejaros dos testimonios de dos de esas personas a las que Paula más ha querido, y seguirá queriendo y cuidando.

Uno es de su hermano Alfonso:

"Un placer quererte tanto. Te lo dije anoche, contigo se va un poco de mí.

Viviste tu vida, eras fuerte, decidida, valiente y cuando bajabas a los infiernos allí estábamos tu fuerza y nosotros, los cansinos, para levantar el vuelo.

Esas mano!!! Que privilegio daba verte hacer cualquier cosa. Esas ganas de vivir! Hasta el último momento viendo posibilidades para seguir pa adelante! Luchando por estar con tu familia un poquito más!

Aprenderé de tus lecciones de vida que me diste siempre, algunas veces que te las pedía y otras que me las merecía.

Dejas muchas huellas en infinidad de personas, ese carisma tuyo no se irá.

Se dice que uno no muere si te recuerdan, descansa que siempre estaremos juntos.

Cuando te juntes con papá dale un abrazo enorme de nuestra parte, y no discutáis!

Has luchado hasta el final y ahora toca descansar.

Hasta siempre!!!! (Alfonso)

Y el otro es un sencillo sueño que tuvo tu hijo Alex, que comparte con toda sencillez y sinceridad en medio de una comida con el primo Rafa: 

"Sabéis que anoche tuve un sueño, en el que venía mamá y me decía que estuviera tranquilo, que estaba bien; me dijo que sabía que Rafa y Sofía estaban sufriendo mucho, y que les dijera que no se preocuparan porque ella estaba bien, mejor que en el hospital; y yo así me quedé también tranquilo"

Pero eso no es todo, tuvimos un momento muy bonito, que tuve la suerte de disfrutar, con los cinco primos: Sofía, Ana, Rafa, Alex y Maite. Paula quería se le incinerase, como así hi
cimos; y luego que se esparcieran sus cenizas entre pinos, en el campo. 

Bueno pues nos fuimos los seis a los pinos y tuvimos un momento para decirle a Paula en un papelito todo lo que quisiéramos, y quien quiso lo leyó en voz alta; y como había que esparcir las cenizas, me ayudaron, cada uno con un puñado, nos dimos la vuelta, puesto que estábamos en círculo y a la de tres, dando un fuerte grito de TE QUEREMOS!, las tiramos a los cuatro vientos. 

Y justo entonces venía la tormenta para que estas cenizas, ahí donde cayeron pudieran calar en la tierra, bien con las lágrimas del cielo, así como con las lágrimas nuestras, que ya se nos caían a todos de emoción. Nos fundimos en un fuerte abrazo, y a seguir. Luego también tenemos otra parte de las cenizas en el cementerio, para poder ir a recordar también, junto al abuelo Jose Luis.

Y volviendo del pinar, Alex se volvió y le dijo a los primos que tenían que aprovechar ahora que todavía tienen mamá, para que no les sucediera como a él, que tenían que mimarlas, y decirles que las quieren y obedecerlas, para que luego no tuvieran que arrepentirse.

Todo esto en un día, lleno de emociones. Ya os iré contando más.

martes, 31 de agosto de 2021

lA eStReLlA qUe MaS bRiLlA

No sé si podré terminar de escribir estas líneas, aún se me hace un nudo la garganta.

Esto no es un final, sino uno punto y seguido.

Hace tiempo que Paula no podía escribir, pero no por eso ha dejado de ser ella y de seguir regalando gestos y derrochando Paz y serenidad a su alrededor.

Estos últimos meses con ella han sido un regalo, y lo reconozco he sido muy egoísta, pero no me perdonaría no seguir compartiendo con todos los que la queremos trocitos de ella.

Y así lo he hecho, hoy comparto con todos, lo que ayer pudimos escuchar, un texto de nuestra amiga Rebeca, en esa preciosa eucaristía que nos regaló un momento de paz.

(Julián)

         

La estrella que más brilla

"¿Habéis mirado al cielo alguna vez en esas noches de verano,  cuando la brisa del crepúsculo sopla dando tregua al calor del día,  y los grillos cantan escondidos entre el frescor de la hierba?

Si lo habéis hecho,  entonces seguro que habéis tenido la fortuna de verla... majestuosa en el cielo,  deslumbrando con  su luz a todo el que la mira...

 

Es ella, es,  la estrella que más brilla.

 

Su luz es un tesoro por si sola,  pero sin duda,  su historia lo es aún más. 

 

Y es que no siempre estuvo ahí arriba

 

Lo sé bien,  pues tuve la fortuna de conocerla.  

A veces las estrellas vienen a la tierra,  se camuflan entre nosotros,  viven como personas normales, pasando desapercibidas y  sólo somos capaces de reconocerlas por los hechos extraordinarios que las rodean a lo largo de su vida.  

Y así ocurrió con la estrella de nuestro cuento. 

Su infancia fue,  digamos normalita,  si es que puede decirse eso de una estrella... pronto comenzó a revelar habilidades especiales,  y en este caso fue una impresionante destreza con las manos... pues nuestra estrella era capaz de hacer auténtica magia con sus manos,  desde su capacidad de revivir libros deteriorados, a su capacidad para trabajar minuciosamente con el papel,  encuadernando, restaurando,  creando,  o su increíble habilidad de transformar cualquier tipo de material en algo maravillo... flores de fieltro,  madera pintada,  álbumes,  marca páginas, pasadores para el pelo,  broches,  muñequitos... su habilidad manual era extraordinaria...

 

Pero sin duda,  lo que de verdad terminó delatándola, fue su capacidad para brillar en cualquier circunstancia. No importa lo difícil de la situación,  ella era capaz de obrar auténticos milagros,  y con su entrega, su paz y su energía recordarnos una y mil veces aquello que de verdad importa en la vida,  y con su ejemplo,  su tenacidad, su gran corazón y su valía,  enseñarnos que la vida es para vivirla, cada segundo,  y que no importa lo difícil que pueda parecer todo,  pues a su lado lo complicado se hace más fácil,  el peso se hace más liviano y el dolor puede hacerse incluso llevadero.  

 

Y es que hay personas tan mágicas, tan llenas de luz,  que sólo con entrar en una habitación la iluminan y te hacen sentir lleno de vida. 

 

Lo único malo de las estrellas,  es que no pueden permanecer en la tierra un tiempo excesivo...y deben volver al cielo para ser guía de todos aquellos que se encuentran perdidos en la noche. 

 

Cuando se cumple el tiempo de una estrella  se crea una gran sensación de vacío...un vacío que a veces punza el corazón, pero si hay algo que tengo claro,  es que siempre que lo necesitemos,  en un lugar especial del firmamento, y sobre todo en la impronta de luz que ha dejado en nuestro propio corazón,  podremos disfrutar de la más bonita y especial,  la estrella que más brilla.

 

Gracias, mil gracias por toda la luz que has puesto en nuestras vidas". (Rebeca)


martes, 22 de junio de 2021

CUESTIÓNATE LA VIDA.



Hace mucho que no me enfrento a una hoja en blanco. En los últimos meses no he sido capaz de que las palabras vinieran a mí y mucho menos de tener la habilidad de plasmarlas en el papel. Las palabras y las frases, son como entes con vida propia, que un buen día deciden acompañarte o por el contrario, alejarse de ti. Pero cercanas o esquivas siempre nos acompañan.

Nací curiosa, buscando, aprendiendo y siempre intentando mejorar. El crecimiento personal y mi propio autoconocimiento han sido temas que me han atraído y en los que he profundizado más a raíz de la enfermedad. Sin duda alguna, esos conocimientos adquiridos me  son de gran ayuda en el día a día, aunque la paradoja resida, en que cuanto más aprendo más consciente soy de todo lo que me queda por aprender.

Es cierto que hay veces en los que la vida me puede, entonces desciendo a los infiernos y me cuesta mantener el tipo. Pero pasado un tiempo prudencial, consigo reunir las fuerzas suficientes para poder comenzar a ascender de nuevo por las paredes del pozo. Todos tenemos días buenos y otros menos buenos.

Es entonces, cuando vuelvo a cuestionarme las cosas y a buscar respuestas para todos mis interrogantes. En ocasiones las encuentro, en otras no, a veces incluso, encuentro respuestas inesperadas que me desconciertan. Pero no es motivo para dejar de hacerme preguntas.

Mi alma eligió recorrer un camino sinuoso, de búsqueda constante fuera y dentro de mí. A mi modo de entender, ésta es la única forma de seguir aprendiendo y seguir en la búsqueda de mi verdadero yo. Ese yo que todos tenemos escondido, un yo puro, sin ego, sin las limitaciones que nos ponemos o que nos imponen a diario. Un ser divino abundante y amoroso que cuida de nosotros mismos y nos ayuda a cuidar a los demás.

Buscad a vuestro verdadero yo, está escondido en algún rinconcito de vuestro interior. Plantearos qué es lo que deseáis hacer de verdad, qué sueños teníais de niños, cuales habéis cumplido y cuales se perdieron por el camino. Ser adulto y responsable no implica renunciar a todo lo que somos y queremos. No pospongáis para mañana el comenzar a ser felices, porque tan solo existe el aquí y ahora.

Vale la alegría encontrarlo.



                                                                        Paula CRuZ Gutierrez.


 

martes, 16 de marzo de 2021

Mi Biblioteca Interior.

Estos últimos meses han sido muy complicados para mí. El cambio de hospital, de equipo médico, la nueva medicación y sus fuertes efectos secundarios, junto con los dolores y el sentirme de nuevo en la cuerda floja, me llevaron a tocar fondo.

Lo curioso del asunto es que yo no me había dado cuenta de ello. 

Cuando me percaté de que yo sola no podría hacer el trabajo, que necesitaba ayuda, la busqué. Y he ido descubriendo que estaba mucho pero de lo que yo creía en un principio. 

Primero retomé mis clases de yoga junto a dos almas alucinantes. Dos mujeres increíbles que me ayudan dentro y fuera de clase. 

Después tuve que reducir a la mínima expresión mi círculo cercano. El resto de personas queridas están ahí esperando mi regreso. 

Por último, pero no menos importante, tropecé con un curso y me uní a un grupo maravilloso, en busca de la paz perdida. Cada semana vamos aprendiendo juntos cómo encontrar nuestra mejor versión. 

Llevo un mes revisando mi biblioteca interior. En ella he encontrado volúmenes que no me han aportado nada, sin embargo, otros me han revelado información que yo desconocía. He descubierto informes privados inéditos, que me han hecho reflexionar. 

Ahora toca limpiar, desinfectar y desinsectar a mano cada volumen. 

Como buena restauradora de libros que fui, se que si esos documentos están hechos con papel de pasta de algodón, por muy deteriorados que estén, podré salvarlos. Por el contrario, si su composición es la pasta de madera, el ácido acabará por destruirlos sin remisión. Solo es cuestión de tiempo. 

Mi ilusión es volver a montar mi biblioteca de nuevo, tan solo con aquellos libros que verdaderamente me interesen. 

Que la luz del universo nos ilumine a todos, en este camino llamado vida. 

                                                                       

                                                                       Paula CRuZ Gutiérrez. 



jueves, 4 de marzo de 2021

Las luchas absurdas.

   


Sé que ya he hablado en varias ocasiones de ello, pero sigo sin entender el afán de ver las cosas desde el lado negativo. 

Me agota y me exaspera seguir escuchando eso de que cuando tienes cáncer has de luchar, que debes ser fuerte para vencer la batalla. 

!Qué batalla ni qué narices! 

El cáncer es una enfermedad grave, muy grave; pero también lo son la Ela, la fibromialgia, las enfermedades raras y otras muchísimas más. 

Me gustaría que algún entendido en la materia, me explicara qué beneficios puedo obtener luchando contra mi organismo, es decir, luchando contra mí misma. 

¿Sois conscientes de lo absurda que es esa situación? Pues no se si seré yo la única que lo ve, porque día a día se nos siguiente  machacando con lo mismo. 

Yo hoy os planteó un reto: 

Dejar de luchar contra, para luchar a favor de. 

Un cambio que debería hacerse a nivel personal, pero también institucional. 

¿Qué os parece si la Asociacion española contra el cáncer, cambiara su nombre por la Asociacion española para la sanación del cáncer? 

Se supone que estamos aquí para encontrar soluciones que aumenten los porcentajes de supervivencia de los enfermos. Vale ya, de  utilizar continuamente un lenguaje bélico que no se corresponde con la realidad y que ciertamente no beneficia a nadie. 

La madre Teresa de Calcuta decía que ella no luchaba contra el hambre, sino que lo hacía a favor de que todo el mundo tuviese comida. 

¿Veis la diferencia entre utilizar unas palabras un otras? 

Pues yo abogó desde aquí, a que comencemos a llamar a las causas en positivo, sean las que sean. Y debemos de perder el tiempo en batallas absurdas. 


                                        Paula CRuZ Gutiérrez. 


jueves, 18 de febrero de 2021

10 Años.


Ayer mientras estaba en clase de yoga   haciendo los ejercicios de respiración, me   vino a la mente, que hacía diez años  y en   otro lugar, me encontraba haciendo los   mismos ejercicios, pero por otros motivos.   Aquel día  y a esa misma hora, me encontraba en el paritorio aguantando las contracciones.

Unas horas después nacería nuestro hijo. Su embarazo se nos hizo largo, poco imaginábamos entonces que el de nuestra hija se prolongaría durante siete largos años. 

A día de hoy ambos son nuestra alegría. 

En estos diez años nos han sucedido cosas maravillosas, pero también hemos sufrido la furia de varios huracanes. Vendavales que han arrasado con nosotros y con todo lo que había a nuestro alrededor. Viéndonos obligados a comenzar nuestra casa de nuevo desde los cimientos. Hemos ido capeando el temporal como hemos podido.

Ahora que ya voy teniendo cierta edad, cuando pienso en todo lo que he vivido hasta ahora, me doy cuenta de que en mi vida existen otras muchas vidas. Vidas vividas de forma paralela, vidas cruzadas, vidas ausentes, vidas pasadas e incluso vidas imaginadas.

Se que hay personas que nacen en un lugar y su existencia transcurre de una manera tranquila. Indudablemente ese no es mi caso. Ni permanezco en  el mismo lugar, ni tengo una existencia tranquila. Más bien todo lo contrario. Pero es mi vida y si fuese monótona y aburrida probablemente pertenecería a otra persona. No sería mía.

Tengo que admitir que hay ocasiones en las que me gustaría que la vida se olvidara un rato de mí. Una tregua de vez en cuando no me vendría mal. Así podría parar a descansar y coger aire de nuevo.

Pero así es mi vida. A veces agobiante y a veces divertida. 

Paso más tiempo sobrevolando los cielos, en busca de soluciones a todos los enredos que van apareciendo, que con os pies en el suelo. Enredos que en  ocasiones aparecen solos y otras los busco yo. Situaciones que a priori parecen ser un callejón sin salida y que me obligan a saltar, mientras que otras veces, el camino se convierte en una senda sinuosa llena de curvas y me da la impresión de que nunca se acabará. Sin embargo, también hay caminos lisos por los que transitar. Unos y otros aportan color a mi existencia, aunque a veces sean de color negro.

Volar, sobrevolar, caminar incluso a ras de suelo, levantarse y volver a caminar. Todo forma parte de una misma existencia.

¿Y vosotros, voláis, camináis o simplemente os dejáis llevar?



                                                                                                         Paula CRuZ Gutiérrez.






martes, 9 de febrero de 2021

LA PAZ.

 




Hace un par de meses que ando sumida en una enreditis total. Mi mente me asalta de manera constante con pensamientos de lo más dispersos sin  mucho sentido, y soy incapaz de hacerla parar. 

Se asemeja a una madeja de lana llena de nudos multicolores que me quita el sueño por no poder encontrar ninguno de los extremos. Aparece principalmente por la noche. Ni tan si quiera sé porqué vienen esos pensamientos absurdos, pero lo cierto es que me desvelan y aunque intento aquietar la mente, cuando me doy cuenta, ya estoy liada de nuevo. El tratamiento nuevo tiene como principal efecto secundario el insomnio, si además le ayudó yo, se me plantea un serio problema porque el descanso es algo primordial.

Y si la situación me incómoda mucho más porque me impide escribir. Tengo la mente tan bloqueada que no soy capaz de sacar adelante un texto por pequeño que sea. Llevo desde el mes de diciembre, sin hacer los deberes de la clase de escritura a la que asisto los miércoles. 

Una vez más, he decidido pasar a la acción porque esta situación no puede prolongarse más. Las soluciones que conocía hasta ahora no me han funcionado, por eso creo que es hora de buscar otras nuevas. 

Hoy empiezo a desenredar la madeja.

Hoy comienzo a volar de nuevo.

Hoy soy Paz.


                                                                          Paula CRuZ Gutiérrez.


miércoles, 27 de enero de 2021

¿CUAL ES TU RETO?


Cada uno tiene que superar sus propios retos, hay retos para todos. Siempre suele ocurrir que lo que a unos les puede parecer lago nimio, a otros les pueden resultar muy complicado superarlos.

Yo ahora tengo un reto nuevo.

Hasta ahora tenía un oncólogo que era un sol, de esos cálidos que aparecen en primavera y te calientan por dentro. Pues bien, con el cambio de hospital he cambiado también, lógicamente, de equipo médico. El oncólogo que tengo ahora es como un nubarrón negro, decir que es un sieso es decir poco. 

He pasado de conocer todos los pormenores de mi proceso, a desconocerlos todos. Esto me resta bastante paz interior.

He aquí la consulta del pasado viernes.

Entro en la consulta y el doctor me da los buenos días sin mirarme, nunca separa la mirada del ordenador. Una hora antes me había hecho la analítica  de control. Como no me decía nada le pregunté:

-- ¿Cómo está la analítica? --yo.

-- Bien --él.

-- ¿Y nos marcadores tumorales?

--No lo sé, tal en la próxima visita se los diga.

-- Y la fuerte fatiga que tengo, ¿puede ser debida a la medicación?

-- No.

-- Entonces, ¿qué la produce?

-- No lo sé, no lo hemos estudiado. Hágase un TAC y vuelva dentro de un mes. 

Diálogo de besugos. Me salgo igual que entro o tal vez peor.

Si pudiera traspasar la marca roja que hay en el suelo, lo sacudiría a ver si reaccionaba. Pero sinceramente, creo que no tiene ni horchata en las venas.

El próximo día rezaré para que me toque la consulta con su adjunta. Al menos ella sí me habla.


                                                                        Paula CRuZ Gutiérrez.

lunes, 4 de enero de 2021

ViViR.




Comenzamos año nuevo, y con él renovamos las ilustraciones  con la esperanza de que nuestras vidas mejoren. 

Estos días inevitablemente, vuelven a mí los mismos recuerdos, los de aquellos días en los que mi vida dio un vuelvo inesperado. 

Por estas fechas hace cuatro años me encontraba en un limbo desconocido, sedada y enganchada a un respirador. Me durmieron un 24 de diciembre y desperté un 6 de enero, sin saber dónde estaba ni qué había ocurrido. Mucho menos imaginaba la que se me avecinaba. 

Desde entonces ha habido muchos avances y otros tantos retrocesos. Aprendí a escribir y leer de nuevo, a caminar, a hablar, porque después de cuarenta y cinco días paradas, mis cuerdas vocales se habían oxidado. Comencé a hacer ganchillo y a coser muñecos de fieltro para mejorar la psicomotricidad de mis manos. Y tardé un año en volver a utilizar un cuchillo. Aún recuerdo la tarde en la que conseguí darle la vuelta a  una tortilla de patatas, salté de alegría porque no podía creermelo. 

Mientras por el camino, perdí memoria, fuerza física, mi preciada habilidad con las manos, mi trabajo, muchos de los conocimientos de años de estudio y muchísimos días. 

El cáncer no se quedó conforme y volvió dos veces, entonces tuve que volver de nuevo a la casilla de salida. A día de hoy convivo con él, esperando que se aburra y decida irse para siempre. 

Han sido muchos los viajes, los médicos, los tratamientos y los malos ratos. A cambio de todo esto encontré verdaderos amigos y mucho mucho cariño. 

Hubo momentos de agotamiento en los que tiré la toalla, pero con ayuda, conseguí sacar fuerzas de donde no había para continuar. Aún me sorprende cuanto puede aguantar el cuerpo humano. Mi cuerpo en este caso. 

Pienso que cada día es como un año nuevo, porque no sabemos lo que nos depara la vida, hacer planes a largo plazo, se ha vuelto un ejercicio poco útil.  

Superar todo lo bueno y lo malo es lo que tiene estar vivo. 


                                                                         Paula CRuZ Gutiérrez.