lunes, 31 de diciembre de 2018

Y Legó el Año Nuevo.


Queridos lectores, hace mucho que no escribo. Últimamente entre el cambio de domicilio con el cambio de vida que conlleva y que desde el mes de octubre no me encuentro bien, he ido dejando de escribir.

En éstos meses me han ido apareciendo algunos problemas derivados de los tratamientos oncológicos y de mi larga estancia en la uci. A priori, podría parecer que con el paso del tiempo, los efectos secundarios irán desapareciendo, pero lo cierto es, que se van unos y aparecen otros.

Ha habido semanas en las que he acudido todas las mañanas al hospital, a consultas o a realizarme pruebas. El cansancio físico y mental ha ido desanimándome poco a poco.

Ahora encaro el nuevo año con ilusión, convencida de que las malas rachas no son eternas y que el cambio de año me traerá también una etapa mucho mejor. Cada día nuevo nos trae la incógnita de no saber que nos deparará, pero lo bonito es eso, que todos nuestros días sean diferentes.

Estoy convencida de que tras ésta última etapa tan convulsa, un viento suave me llevará en volandas a una montaña segura, allí dónde sueño con vivir.

También sé que ese mismo viento, me mostrará el camino más correcto para cumplir mi misión, que no es otra que ayudar a los que puedan necesitarme, hasta ahora he ido probando fórmulas pero sin encontrar la adecuada. Sé que llegará, escondida tras un sueño, un consejo, un libro o por cualquier otro canal.

Os deseo que éste año que comienza os permita reanudar la consecución de todos vuestros sueños y os de las herramientas necesarias para afrontar con fuerza los retos que se os presenten. No perdáis la ilusión, aunque todo  en un principio parezca difícil, los caminos más fáciles siempre son los más aburridos.

No permitáis que la vida o los demás os impidan cumplir vuestro destino y recordad siempre que los milagros sí existen si realmente creemos en ellos.


                                                                         Paula Cruz Gutiérrez.






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