viernes, 10 de noviembre de 2017

El devenir de los días.


El devenir de los días transcurre de forma diferente para todos. Cada uno de nosotros al comenzar la mañana tiene unos quehaceres. Con el transcurso del día los proyectos se van realizando, mezclándose a su vez, con las cosas que aparecen de manera imprevista.

A la hora de levantarnos todos tenemos ciertas ilusiones pensando cómo nos gustaría que transcurriera la jornada que va a comenzar. Y ese transcurrir de las cosas, dependerá mucho de cómo encaramos el día, del "pié con el que nos levantemos".

Afrontar el nuevo día con agrado y de manera positiva, es primordial para que las cosas nos salgan  medianamente bien. Ya sé que la vida no es perfecta, que hay días en los que nos cuesta mucho levantarnos o que los dolores se apoderan de nuestros huesos, pero no hay que perder el rumbo. Tenemos que saber que nuestro destino está cerca, que hemos de conducir nuestro velero de tal manera que lleguemos al otro lado vivos y satisfechos.

Creo que no debe haber nada peor que la sensación de saber que no has hecho todo lo que estaba en tu mano para resolver un problema. 

Que surjan problemas por el camino es normal, pero rendirse o darse por vencido no es factible.

Cada uno tenemos unas posibilidades, unos conocimientos y unas aptitudes, cada uno nos adaptamos a ellos e intentamos mejorarlos en lo que podemos.

Aceptar una situación es el primer paso para conseguir la victoria. Resignarse es sinónimo de rendición y no hacer nada, es a su vez, sinónimo de fracaso. Un fracaso absoluto que nos daña el alma.


                                                                     Paula Cruz Gutiérrez.



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