jueves, 29 de agosto de 2019

aGoSTo.



Apurando los últimos días del mes de agosto voy haciendo repaso. Ha sido un mes muy complicado, por llamarlo de alguna manera.

La última sesión de quimio me causó estragos y me undió física y psicológicamente después. Aunque he de confesar que como el barco ya hacía aguas por varios frentes después de los ciclos anteriores, no resultó difícil undirlo. 

Llegué a la sesión agotada, llevaba casi una semana sin dormir y por lo tanto, sin descansar. En los ratos en los que conseguía conciliar el sueño, mi cerebro me torturaba producción unas fuertes y cruentas pesadillas, en las que bien me mataban a mí o era yo la que se encargaba de asesinar a medio país a machetazos.

La falta de descanso, la anemia, las defensas bajas, las llagas en la boca y la nariz, junto con el fuerte calor y unos enormes dolores de cabeza componentes el cóctel de mis días.

Esta nueva quimioterapia tiene otros efectos secundarios que se van acumulando ciclo tras ciclo, sin darle tiempo a mi médula a reponerse.

En contraposición a todo esto, se encuentra mi físico. A pesar de estar muy inchada y con mal color de cara, sigo conservando buen aspecto. Lo que implica los típicos comentarios de "yo te encuentro bien" junto con el "anímate". 

No se fien, porque aunque el chasis se mantenga en pie, el motor ya está "muy gripado".

Aunque me ha costado, comienzo a remontar. Encarando septiembre y con él las rutinas que tanto echo de menos. Volvemos a casa después del verano para continuar allí con el tratamiento, confiando en que mis defensas hallan conseguido subir y que el próximo ciclo del martes me sea más leve. 

Espero que vosotros también tengáis buena vuelta al cole. 





                                                                                                       Paula CRuz Gutiérrez.

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