lunes, 14 de octubre de 2019

La LeVeDaD DeL SeR.



Contemplo las estrellas que iluminan el cielo por encima de la copa del ciprés. Mientras me balanceo suavemente en la hamaca a mi mente le da por divagar, sobre la vida, la no existencia, la existencia de muchas vidas en una sola, o la inexistencia de la vida en sí misma.

Cada uno nos labramos nuestro propio camino con nuestras acciones o con la falta de ellas. Todas las decisiones que tomamos hoy, afectan inexorablemente a nuestro presente y a nuestro futuro. Aunque en la mayoría de las ocasiones no seamos conscientes de ello.

Vivir implica decidir, pero nadie está exento de equivocarse. Todo el mundo va cometido errores, unos más grandes y otros más pequeños, porque la vida en sí misma es una larga lista de pruebas y de errores. 

El siseo de las alas de una paloma al sobrevolar el patio, me remite al día de ayer en el parque. Conseguí llegar dando un paseo tras descansar a mitad de camino y al llegar sólo pude sentarme en un banco para ver jugar a mis hijos. En el banco de al lado, dos chicas jóvenes parloteaban, fue entonces cuando escuché a una de ellas decirle a la otra, que se echó a llorar cuando se probó un pantalón en la tienda y vio que no le servía. Esto me hace desear que ojalá todos mis problemas se resumieran en tener unos kilos demás (que también los tengo). 

Concluyo el rato de descanso pensando que la levedad del ser y sus problemas nos afectan de manera desigual a cada ser humano. 


                                                                       Paula CRuZ Gutiérrez.

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