martes, 24 de julio de 2018

Hay RaToS, HaY DiaS.



Amanece un día en el que despacito despacito, conforme va transcurriendo el día, se apodera de ti una profunda tristeza sin motivo alguno.


Tu interior se quiebra como galleta de barquillo, mientras tú, lo único que puedes hacer es ver cómo van cayendo los trocitos al suelo.



Sin tener un motivo certero, pero segura de sí misma, se arremolina entre tus entrañas y te atenaza el corazón. Arrasa todo tu interior sin dilación. Se hace fuerte a tus intentos de ahuyentarla y al final, no hay otra opción que sucumbir a ella.



Aceptas que está ahí y que algún motivo tendrá para haber venido. Hoy es tu compañera de viaje, es inesperada e indeseada, pero compañera al fin y al cabo.



Hay ratos en los que te pierdes entre los recovecos de tu alma, buscando, intentando hallar una respuesta que no existe y que difícilmente encontraras.



Hay días en los que el cielo se cubre de nubes, el sol se oculta y tú te acuestas sabiendo que al levantarte, habrá salido el sol de nuevo.


                                                                         Paula Cruz Gutiérrez.


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