domingo, 16 de septiembre de 2018

Miedo sí, pero bajo mi control.


Últimamente he leído en internet textos de varias personas comentando la necesidad que tienen de que el miedo no esté presente en sus vidas.


Valga la redundancia, la palabra MIEDO a todos nos produce miedo. Pero es también algo que va intrínseco con la vida. Todo ser vivo sea racional o no, siente miedo a lo largo de su vida.

El miedo puede paralizarnos y hacernos mucho daño si lo dejamos actuar. 

Miedo al cambio, a lo desconocido. 

Miedo a la enfermedad y a 
sus efectos, al futuro.
Miedo a los demás, al qué dirán.
Miedo a no ver más a los nuestros.
Miedo a los viajes o a las alturas.
Miedo, miedo...

Si le damos permiso para que campe a sus anchas en nuestro interior y que se apodere de nosotros, puede llegar a destruirnos.

Es primordial saber que está ahí, que forma parte de nosotros, intentar reconocerlo y aprender a controlarlo cuando nos sentimos amenazados por su presencia.

Todos tenemos una zona de luces y de sombras.

Días en los que somos los reyes de nuestra vida y otros en los que por el contrario, somos sus esclavos.

Pero hemos de tener presente, que el miedo puede servirnos de acicate para avanzar. Puede ser el trampolín que nos ayude a lanzarnos al vacío en un momento dado en el que la vida así nos lo exige. 

El Miedo tiene su parte positiva y ahí estamos nosotros para descubrirla y darle la importancia que se merece. 

Animaos a ser todo aquello que deseáis.


                                                                         Paula Cruz Gutiérrez.

No hay comentarios: