sábado, 29 de septiembre de 2018

La SeMiLLa.

Yo era una semilla pequeña y enclenque, pero el viento me arrastró hasta un lugar lleno de nutrientes y me convertí en una flor maravillosa, mi belleza sobresalía del resto de flores que habitaban el valle. !Al mentos, eso pensaba yo¡

Estaba tan contenta, que decidí lanzar mi polen cuanto más lejos mejor, para que ese rico valle se poblase de cientos de flores tan bellas como yo. Y lo conseguí. ¡Vaya si lo conseguí!. En un corto período de tiempo, todo el valle estaba cubierto de minis yo.

Mi felicidad era inmensa, me encontraba eufórica, porque vivía en el lugar más maravilloso del mundo rodeada de belleza. 

Pero un día algo terrible ocurrió. El cielo se abrió y unas manos enguantadas irrumpieron en nuestro hogar con utensilios metálicos que me arrancaron de mi sitio, y junto a mí, a la mayoría de mis compañeras.

Quedamos así, fuera de nuestro paraíso, desoladas, sin saber que hacer ni qué sucedería a continuación. 

Los extraños invasores hablaban en un idioma que no entendíamos, pero intuíamos que no era nada bueno. Así, fueron procediendo a destruir a mis compañeras y después, me cortaron a mí en pedacitos. Todo mi mundo desapareció en un momento. Por mucho que grité nadie me escuchó.

Ellos decían que éramos demasiafas, feas y que debían erradicar nos a todas.

Algunas de mis compañeras de menor tamaño consiguieron asirse y no pudieron arrancarlas. Yo me preguntaba porqué nos destruían solo a nosotras, que eramos las flores más bellas y las que más rápido nos habíamos reproducido. ¡No era capaz de entenderlo!.

Los extraños repetían una y otra vez la misma palabra: esto es cáncer, cáncer, cáncer.

Desconozco el significado de esa palabra, tan sólo puedo deciros que consiguieron acabar con todas nosotras.


                                                                         Paula Cruz Gutiérrez.




No hay comentarios: