jueves, 14 de febrero de 2019

TaN SoLo aCoMPáÑaMe.


Acompáñame en silencio, dame la mano, lloremos juntos o riámonos si es necesario. Cuéntame cuentos, historias que me lleven lejos.

Dame un beso, acaríciame el alma con un abrazo. Unicamente necesito sentir tu apoyo. 

Espera a que yo hable y si no me apetece contarte nada, respeta mi silencio. Cuando esté preparado lo haré y te contaré historia de risa y de miedo.

Tal vez no me apetezca verte, todos necesitamos tiempo para aceptar nuestra situación, si es así respeta mi decisión. Recuérdame siempre como era, medio loco o medio cuerdo.

Y cuando nos veamos, evita decirme que sea fuerte, que tenga ánimo, que he de luchar o que voy a tener suerte. Estas palabras me hieren profundamente. Nadie mejor que yo sabe lo que tengo que hacer, otra cosa es que pueda o sepa hacerlo. 

Aunque lo intentes nunca sabrás cuál es mi situación, qué siente mi cuerpo, cuáles son mis miedos, ni qué atormenta mi corazón. Para saberlo has de estar en mi lugar. No me digas que te imaginas cuanto sufro.

Piensa antes de hablar lo que vas a contarme, no parlotees tan sólo por romper el silencio. A veces, el silencio dice mucho más que las palabras.



                                                                                                               Paula Cruz Gutiérrez.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Tu relato me ha dejado sin palabras. Pero aunque sea en silencio, seguirás teniendo mi apoyo. Un fuerte abrazo

Mari Carmen dijo...

Tienes toda la razón, hablar por no callar sin pensar el daño que se puede hacer.