domingo, 19 de mayo de 2019

Ser o no Ser FUERTE.





El ser humano tiende por defecto a etiquetar a sus semejantes, como si el acto de colgar sus congéneres fuese el deporte general apto para todos los públicos.

En este deporte existen varias categorías, asignadas por el siempre dedo observador del prójimo. Así encontraremos el individuo Fuerte, al Débil, al carismático.

A tenor del mismo criterio, las competiciones las ganarán siempre los individuos más fuertes, porque son según ellos los más luchadores.

Pero qué implica esa etiqueta de fuerza? Todo el mundo es consciente de lo que significa? Es fácil etiquetar y difícil cumplir las expectativa, porque todos los días no nos sentimos tan fuertes ni tan luchadores.

Ser fuerte implica batallar contra nuestros propios demonios y evitar en la medida de lo posible que nos gobiernen.

Para ser fuerte hay que tener uno motivo, igual que para levantarse cada mañana.  Un motivo individual y personal que cada uno ha de buscar. En mi caso os diré que mi principal motivo soy yo misma, que deseo seguir viviendo para continuar aprendiendo y cumpliendo  mis sueños. Y después en segundo lugar, se encuentra mi familia, tengo la intención de pasar el mayor tiempo posible con la gente que quiero. 

Ese motivo individual e intransferible es el motor de nuestra existencia, de dónde bebemos la energía necesaria para hacer frente a la vida.


                               Paula CRuZ Gutiérrez.

3 comentarios:

angel marin dijo...

No se puede ser fuerte las 24 horas del día, el ser humano necesita descansar para recuperase, y efectivamente cada uno tenemos nuestro motor para seguir adelante, ánimo

Paula Cruz Gutierrez dijo...

Gracias Ángel, un beso

Eva dijo...

Muchas veces sacamos fuerzas de donde ni siquiera sabíamos que las teníamos. A mi madre la operaron hace dos años de un cáncer de ojo, un golpe tremendo, una mañana se despertó viendo una mancha negra, se fue a urgencias y salió de allí diez días después sin ojo. Todos creímos que no lo iba a superar porque siempre ha sido muy coqueta, pero se creció y aprendió a sacar lo mejor de sí misma, antes nunca se quería poner las gafas por coquetería y ahora se ha hecho varios pares para combinarlas con la ropa y todo. Mucho ánimo y verás como pronto encontrarás fuerzas de repuesto.