lunes, 25 de junio de 2018

aPReNDeR a DeJaRLoS VoLaR


Siempre he pensado que viajar es una parte fundamental para el desarrollo de cualquier ser humano.

Conocer otras culturas y a personas que tienen otras costumbres y otra manera de pensar te enseña a tener y valorar otros puntos de vista.

Desde que tuvimos a nuestro hijo y después a nuestra hija hemos tenido claro que cuando pudiéramos los enviaríamos de campamento. Que realicen otras actividades junto a otras personas que no conocen es tan importante como la información que contienen los libros.

Pues bien, ese día ya ha llegado. Con él he descubierto que tengo que trabajar mucho más el apego.

Que nuestro hijo vay a dormir cinco noches fuera de casa, me tiene intranquila y eso que yo fui la inventora de inscribirlo en el campamento.

No me preocupa que le ocurra algo malo, que se aburra ni que no disfrute, porque sin duda lo hará.

Lo que me inquieta es echar de menos sus abrazos y su sonrisa, junto con esos "tostones" sobre fútbol que me da y de los que no entiendo nada.

Durante estos dos últimos años, he conseguido librarme del apego que tenía de las cosas materiales, de la casa e incluso de algunos afectos personales. Pero sin duda, he de trabajar más el apego a mis hijos.

Algunas veces para evolucionar hemos de aprender a escalar montañas muy altas.

                                     Paula Cruz Gutiérrez.

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