lunes, 4 de junio de 2018

Escucha tu interior.



Hace unos días, tras una sesión de coach con mi querida Pilar Herrero, hice una meditación guiada. Me gustaría dedicarme a partir de ahora a ayudar a los demás y con la meditación intentábamos encontrar el camino más correcto para alcanzar mi objetivo.

Os cuento cómo hacerla. A mí me aclaró varias cosas.

Siéntate en un lugar tranquilo, que tu espalda pueda estar apoyada en la silla y tus pies descansen sobre el suelo.

Cierra los ojos e imagina que viajas a través de un rayo de luz del color que tú desees. Imagina que vas subido en ese rayo de luz y que te hace volar hacia arriba. Imagina cómo dejas abajo tu habitación, tu casa, tu país y la tierra. Continúa subiendo hasta que sales de la tierra para pararte en el espacio. Desde allí observas la tierra y el resto de planetas.

Una vez arriba, miras y descubres otro rayo de luz de otro color que te trae de vuelta a tu casa, pero ¡diez años después!. 

Observa cuanto ha cambiado todo y lo que sientes al ver a tu yo futuro. Observa cómo te sientas con él o ella y habláis de cómo es su vida ahora, en ese momento que para ti es futuro y para él, presente. Escúchalo, siente su cariño hacia ti, consúltale tus dudas, tus temores y escucha cómo él los hace desaparecer poco a poco.

Hay ocasiones en las que uno ha de viajar muy muy hacia dentro, para poder encontrar las respuestas que necesitamos en éstos momentos. Yo lo he hecho y os recomiendo que vosotros también lo hagáis, puede que no os desvele gran cantidad de datos o tal vez si, pero sin duda alguna, lo que vuestro interior os diga, os servirá para encarar mucho mejor vuestro presente y vuestro futuro.

No dejéis que los miedos os impidan hacer todo aquello que deseáis, aprended a ocuparos en primer lugar de vosotros mismos, de vuestras necesidades. Porque si no tenéis las cosas colocadas en vuestro interior, no seréis capaces de dárselas a los demás. Recordad que lo que uno no tiene no lo puede dar. Ya sea amor, cariño, amistad, ayuda...

Sé que éstas cosas las sabemos todos, pero algunas veces, nos viene bien que alguien nos las recuerde.

Obviemos los nubarrones y pongámonos hoy a fraguar nuestro futuro, dejando de lado la gran cantidad de excusas  que nuestra mente nos proporciona, como el famoso: luego lo haré, porque en muchas ocasiones ese luego, nunca llega.

Un beso para todos.


                                                                        Paula Cruz Gutiérrez.












No hay comentarios: