jueves, 7 de junio de 2018

¡¡¡Cincuenta Años!!!





Mañana cumplo 50 años, es una cifra para celebrar, pero realmente mi cumpleaños importante fue el año pasado. Los 49 supusieron conseguir un auténtico logro, estar viva. 

Siento que la vida me ha dado una nueva oportunidad, que quiero aprovechar al máximo. Los acontecimientos vividos me han hecho recapitular y ver la vida con otros ojos, creo que ahora mi mirada es mucho más clara. 

He vuelto a recuperar esa mirada interior que los últimos años había perdido y que tanta falta me hacía. He retomado mis estudios de Metafísica que tanto me gustaban y que tanta paz interior me aportaban. Intento aprender todos y cada uno de los días algo nuevo, que me aporte algo especial a mí y de paso a los demás.

Son muchos los retos que me quedan por cumplir, no soy persona que se conforme con poco, realmente nunca lo fui. Principalmente el intentar superar las grandes secuelas que me han quedado. Y aunque no es fácil conseguir cumplir los sueños, pero creo que lo importante es el camino que nos lleva hasta ellos. Si uno está dispuesto a aprender, es muy fácil conseguirlo, porque la vida todos los días nos pone pruebas grandes o pequeñas.  

La rutina es una palabra que no existe en mi vocabulario, hacer todos los días lo mismo o tener las mismas cortinas durante veinte años es algo que me aburre sobremanera. Me gustan los cambios, los viajes, las personas y los colores vivos.

Durante estos cincuenta años, he ido acumulando datos y más datos en mi cerebro. Han ido llegando con los estudios, las lecturas o con la vida misma. Mi marido se ríe e incluso me hace bromas cuando digo que tengo la cabeza repleta de datos inútiles, que de vez en cuando me salen a la luz y me sirven para algo. El resto del año están ahí apartados en un cubículo de mi cerebro sin ocupar demasiado espacio. Son como mi fondo de armario.

Otra cosa que me ha servido mucho para salir a flote, ha sido mi sentido del humor y mi tendencia a la ironía. Algo que he heredado  sin lugar a dudas, de mi abuelo materno. La enfermedad y los malos ratos no me han quitado las ganas de sonreír, más bien al contrario, porque ahora sonrío mucho más.

¿Y qué deciros más sobre mí?. 

Creo que a lo largo de éstos casi dos años, me habéis ido conociendo a través de mis palabras y mis pensamientos.

Tan sólo decir, que espero cumplir otros cincuenta años y como dicen las señoras mayores de la mancha, que vosotros los veáis.

Un beso para todos y muchas gracias por estar ahí.


                                                                          Paula Cruz Gutiérrez.

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