martes, 23 de octubre de 2018

VueSTRo MáSTiL.

No dejas de emocionarme. Hablas del mástil que te sujetaba. ¿Has pensado en la gente a la que tú apuntalabas, aún en los peores momentos de la enfermedad?. A mí la primera...
                                                   Conchi. (Mi ángel de la UCI).



Es cierto que ese mástil mio, estaba sujeto por muchas personas que con su ánimo me ayudaban. Pero no es menos cierto, que ese mismo mástil también era suyo porque les servia de apoyo personal. 

Esas enseñanzas que la enfermedad me iba transmitiendo día a día, yo las iba plasmando en mis textos. Mis palabras han viajado por todo el mundo y a cambio, he ido recibiendo mensajes de apoyo y agradecimiento.

Lo que cada uno haya ido aprendiendo o no a lo largo de éstos dos años, tan solo lo sabéis vosotros. Yo me he limitado a transmitir lo que mi cuerpo sentía y mi mente pensaba.

Me hace muy feliz que todo lo acontecido nos haya servido para replantearnos nuestras creencias y así hacernos crecer como personas. Para saber que somos algo más que nuestros pensamientos, que podemos llegar a conseguir todo aquello que nos propongamos si somos positivos, que si lo deseamos, podemos ser felices aún en los peores momentos. Recuerdo los días de la enfermedad como los más felices en los últimos años, aunque tuviera que lidiar con un cáncer terminal y el dolor me derrotara muchos de los días.

Gracias por estar ahí, por acompañarme en éste tortuoso camino por el que la vida me ha enviado. 

                                                                        
                                                                         Paula Cruz Gutiérrez.


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