domingo, 7 de octubre de 2018

Quién soy yo.


Existe una teoría que nos explica que cuando un cuerpo está enfermo, necesita empeorar su estado general  para poder sanarse.

Esto parece ser que fue lo que me ocurrió a mí. Mi cuerpo optó por colapsarse por completo, para volver a reiniciarse desde cero después. Todo mi organismo se paró a la espera de nuevas órdenes, todo, salvo mi mente y mi corazón que siguieron funcionando.

Durante el tiempo que permanecí inconsciente, puede ver cómo trabajaban los miembros de la UCI. Incluso reconocí varias de sus caras al despertar, cuando yo no los había visto nunca.

La cuestión que os planteo es la siguiente: si yo estaba inconsciente y tumbada boca arriba en la cama, ¿cómo es posible que pudiera ver al personal y no solo el techo?, ¿no sería algo imposible?.

Sin embargo, yo tuve siempre una visión frontal, los veía de frente, cómo trabajaban, entraban o salían de la sala.

Recordaba todo ésto, pero no había caído en éste detalle, hasta que en agosto hablando con una persona me preguntó: ¿Y desde qué punto los veías?.

Ahí me di cuenta de que una persona que está tumbada y sedada es impensable que pueda ver lo que ocurre a su alrededor. La única explicación plausible a esta cuestión, es que para poder verlos de frente, parte del tiempo debía estar fuera de mi cuerpo.

En ese momento fue cuando uní todas las piezas del puzzle. Me percaté de que yo soy yo, un alma o un ser que habita éste cuerpo. Pero no soy el cuerpo.

Pensaréis que estoy loca, pero yo lo tengo muy claro.



                                                                          Paula Cruz Gutiérrez.

No hay comentarios: