viernes, 19 de octubre de 2018

NueSTRo aPoYo.





Una vela necesita viento para poder hincharse, pero también necesita estar fuertemente amarrada a un buen mástil. De la misma forma que éste, necesita estar anclado en un buen barco para no caerse. 

Ese mástil al que tan fuerte nos aferramos, es siempre a la persona que más cerca tenemos.

Para un enfermo es muy importante tener al lado a una persona en la que apoyarse, aunque a veces esa convivencia no se desarrolle de la manera más sencilla. Son muchos los malos días y los desalientos. Pero también son muchos los buenos momentos,  las superaciones y los retos. 

Gracias a ese apoyo he podido hincharme con los nuevos vientos. En nuestro caso, lo más importante es que nuestro barco ha sabido sortear las fuertes olas del temporal que nos azotó, tormenta que llegó de improviso y que nos obligó a cambiar de rumbo y sortear las fuertes olas que nos inundaban. Hemos conseguido que tanto nuestra familia como nuestros amigos permanezcan a bordo, eso sí, algunos con fuertes mareos. Pero continúan ahí, apoyándonos como el primer día.


Entre los retos de la tormenta, el mar siempre nos trae tablas a las que aferrarnos, tablas conocidas o desconocidas que aparecen de pronto trayendo luz.

Nosotros continuamos llevando a bordo a esos dos pequeños botes que son nuestros hijos, creciendo y amenazando con capitanear el barco cualquier día de éstos.

El tiempo y la mar nos están llevando a un puerto seguro.






                                                                                                 Paula Cruz Gutiérrez.

No hay comentarios: