miércoles, 10 de enero de 2018

iLuSióN


Estoy sentada frente a una atracción de coches en el Parque Warner.

Espero a que le toque el turno a mi marido y a nuestra hija.

Mientras tanto, van llegando coche tras coche y en todos ellos se reproduce la misma situación. Los padres bajan y suben acompañando a sus hijos con una sonrisa dibujada en el rostro. Parecen haberse convertido de repente en niños otra vez.
Esa inocencia infantil con la que todos nacemos y que la vida poco a poco nos hace perder.

Nada mejor que venir a un sitio cómo éste para darte cuenta de ello.
De la alegría y la inocencia con la que los niños viven en un lugar como éste.

Siempre nos dicen que no deberíamos olvidar al niño que llevamos dentro, que deberíamos mirar el mundo como lo miraría nuestro niño interior, sin maldad. Seguro que de ésta manera las cosas nos serían más fáciles y el mundo no sería tan complicado ni retorcido como suele ser. 

De la ilusión por vivir depende nuestra felicidad. Conservar esa ilusión infantil por aprender, por compartir con los demás.

La ilusión por descubrir el mundo y todas la cosas buenas que hay en él, por conocer personas nuevas. Que nos aporten esa ilusión que necesitamos para vivir intensamente.

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